ASHRAE vs RITE

ashrae

En el presente artículo vamos a desarrollar un estudio comparativo de la repercusión energética que tiene la aplicación del RITE y de la ASHRAE como guías para calcular la ventilación necesaria en distintas estancias de un edificio.

El RITE es el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios oficial elaborado por el Ministerio de Industria, Energía y Turismo de España, y como tal, es de obligado cumplimiento. En él se establecen los requerimientos en materia administrativa y técnica de todos los procesos que incluye la puesta en marcha de una instalación térmica y su posterior mantenimiento. En concreto, para este artículo, nos fijaremos en los requerimientos de renovación de aire dependiendo del tipo de espacio que calculemos.

La ASHRAE (American Society of Heating, Refrigerating and Air Conditioning Engineers) es una sociedad cuyo ámbito general de interés son las tecnologías en los edificios. Se trata de una sociedad de ámbito internacional la cual está formada por más de 54.000 miembros. Dentro de su materia de estudio se encuentra la Calidad de Aire Interior (IAQ), la cual desarrollan mediante multitud de documentos.

Tanto el RITE como la ASHRAE regulan en materia de renovación de aire necesaria para conseguir una buena calidad de aire interior. Si bien la filosofía con la que afrontan la problemática del aire viciado en el interior de los edificios es algo diferente, se pueden encontrar unidades en común (l/s.persona; l/s.m2) para poder comparar ambos reglamentos.

El RITE tiene plantea cuatro métodos para calcular el aire exterior necesario para una buena calidad de aire interior. Nos centraremos en el Método A (en función de la ocupación) y en el Método D (en función de la superficie).

La principal diferencia entre ambos reglamentos es que, mientras el RITE establece el total de aire exterior que necesitamos introducir en función de la ocupación o de la superficie, la ASHRAE tiene en cuenta ambos parámetros para obtenerlo.

A continuación vamos a desarrollar una tabla comparativa de los requerimientos que establecen ambas normativas para espacios de 100m2 de superficie y los diferentes usos que aparecen en la tabla:

Tabla Comparativa v2

 

Algunas de las conclusiones interesantes que se pueden obtener de la comparativa son: de la tabla son:

a)      El método A del RITE: es el más exigente de los tres para casi todas las tipologías de espacio. Supera en una media del 30% la exigencia que establece la ASHRAE. Se puede observar como en edificios de altas ocupaciones se adapta a la carga presumiblemente existente.

b)      El método D del RITE es el menos exigente de los tres. De hecho, se puede apreciar cómo arroja valores muy diferentes al método A y a la ASHRAE, sobre todo en espacios en los que la ocupación significa una carga alta a vencer. Tal y como recomienda el RITE, se podría aplicar a espacios no dedicados a la ocupación humana permanente.

c)      La ASHRAE se encuentra en un punto medio de ambos métodos del RITE. Por un lado, es menos exigente que el método A del RITE (como hemos dicho antes, hasta un 30% menos). Por otro lado, es también menos exigente que el método D en espacios como oficinas, residencias y habitaciones de hoteles.

Así, al técnico proyectista de una instalación se le plantea una importante decisión a la hora de establecer el aire exterior a introducir por los equipos, ¿sigo el RITE que es la normativa oficial en España y cumplo con la normativa? O por el contrario, ¿sigo la ASHRAE aun a riesgo de no estar cumpliendo con la normativa vigente?

Sin lugar a dudas, se trata del tipo de elecciones que un técnico cualificado de ser capaz de asumir. Si no disponemos de un recuperador de calor, la introducción de aire exterior repercute de manera muy importante en el consumo energético que tendrá nuestro edificio. Dicho consumo se traduce en un gasto fijo que tendrá que asumir el propietario o propietarios a lo largo de toda la vida útil del edificio. Quizá estemos hablando de un concepto demasiado importante como para permitirnos un sobredimensionamiento innecesario. Además, parece lógico asumir que el cumplimiento de la ASHRAE es una condición más que suficiente para la obtención de una óptima calidad de aire interior.

¿Qué opináis? ¿Vale la pena dejar de cumplir la normativa nacional en ESTA situación en concreto?

¡Esperamos un buen debate!